jueves, 10 de mayo de 2012

Posteridad (uno)

Se me ha ocurrido una excelente idea: lanzarme al vacío, sí, sin alas, sin paracaídas, sin una lona armada en el suelo, que pueda adormecer mi caída. Claro, todo es subjetivo. Ya me lancé, ya me rompí los huesos. Otra vez, todo es subjetivo.
No sé si contigo florece mi impulso de vida, o, el de muerte. Creo en el balance. También creo que tú no tienes ni una pizca de ese complejo ("de balanza"). Más bien creo que eres un futuro padre en potencia, tomando decisiones por todos, pensando en lo mejor para todos, y, claro, equivocándote mil veces pero siempre seguro de conseguir el perdón. Siempre. Lástima, ya no soy más una "Gandhi wanna be".


¿Sabes qué es lo extraño? Que te extraño.
¿Sabes qué es lo estúpido? Aún te llamo.
¿Sabes qué es lo que temo? Ser olvidada.
¿Sabes qué pasará? Un día no muy lejano mi cerebro despertará  y hablará con mi corazón, mi alma hecha trizas y mis ovarios y les dirá una sola cosa: "eres una mujer, no una cosa" (redundancia solo para lograr la rima)

Ese día me pararé de la cama con el pie izquierdo, porque sí, soy zurda y no soy supersticiosa. Haré ejercicio para eliminar las malas toxinas (y de paso ponerme en forma) , prepararé un desayuno que sí incluya huevos (y pensaré en regalarte algunos), me vestiré con algo más provocativo que un polo floreado y con los audífonos puestos y Bebé alimentando mi ego femenino voy a salir de mi casa, caminaré, llegaré a donde tú estás, y te besaré. No, a ti no.Si no a él. Ese alguien que aún no conozco pero que, al menos, me ofrece algo más que solo cereal.
Es muy simple, a él lo amaré sin dejar mi lado de mujer. A ti te amé olvidando todo mi ser.

"Quien no (la) cuida, no (la) disfruta. Si no, pregúntenle a él."

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