martes, 13 de octubre de 2015

¿CÓMO?

¿Cómo se puede dejar de amar tan rápido?
¿Cómo se puede entregar tanto amor, otra vez, en poco tiempo, a otra persona?
¿Cómo puedes jurar amor eterno pero no tener paciencia para esperar un poco al menos?
¿Cómo puedes jugar a doble filo? Pidiéndole a una volver y frente a su negativa, intentar con alguien más. Eso es ganar o ganar. Es jugar sucio. Eso, definitivamente, no es amar.
¿Cómo puedes dejar de amar sin avisar? Eso no es leal.
¿Cómo puedes mostrar fotos por todos lados y hacer cosas que no hiciste con la otra persona, si es que según tú, la amabas tanto?
¿Cómo puedes enamorarte otra vez en tan poco tiempo? Y al carajo con la subjetividad del tiempo.
¿Cómo puedes?

Nunca entendiste por qué me alejaba, nunca entendiste mis razones.
Nunca entendiste que yo no me iba porque quería a alguien más. Me iba porque necesitaba estar bien conmigo para poder estar bien contigo, para que vuelva a funcionar. Nunca lo entendiste.
Nunca entendiste mis palabras más sinceras.
Nunca nada es igual dos veces, ni tres, ni cuatro. Nunca nada es igual. Solo eso.
Es increíble cuántas cosas pueden suceder en menos de un año, cuán rápido puede mutar el amor y terminar en alguien más. Ya es difícil entender y es más difícil aún, no hacer líneas de tiempo en la cabeza, solo para entender que hace ya un buen tiempo, jugabas a doble filo. El respeto no es solo no tocar, no besar; el respeto es hablar con honestidad, sin un plan b, sin un back up. Es difícil recordar las últimas pláticas sin darle otro significado a las palabras, sin cuestionar tu concepción del tiempo y de lo que es ser paciente o "ir lento". No tiene sentido intentar entender algo que ya pasó y que no es posible controlar. Lo hecho, hecho está. Ahora sí es momento de decir adiós, de despedir a cada posibilidad de un futuro juntos. Me despido de los hijos que íbamos a tener, de la casa en la que íbamos a vivir, de los viajes juntos, del café-bar, del libro que te iba a dedicar, de la celebración de tus logros y de los míos, de tu perra, de tu familia, de tus promesas, de tu forma de amar. Me despido, también, de la idea de que nadie me va a querer tanto como tú porque quiero confiar que, algún día, alguien me querrá mucho más y mejor de como me quisiste tú. Quiero confiar en que volveré a amar, no sé cuándo, no sé dónde, no sé cómo, solo quiero confiar. Me despido de todo lo que quise para ambos, de todas las ideas que tenía para una vida juntos, de los regalos que quería darte, de las palabras que guardaba solo para ti. Me despido de todo lo que nos une, creo que también lo hiciste, incluso borrando fotos y quitando etiquetas. Me despido de mi intento de ser mejor para poder ofrecer algo más en todo esto que vivimos y que íbamos a vivir. Me despido de un intento de vivir el presente con la esperanza de que la vida nos volvería a juntar, porque yo iba a hacer que pase. Ya no. No más. Me despido de las canciones, de los libros, de las películas y de las series que escuchamos, vimos, leímos  y  de los que no escuchamos, vimos o leímos, también. Me despido de tu olor y de mi automático movimiento de girar la cabeza para buscarte entre la multitud cuando lo percibo. Me despido de tus sueños que en algún momento albergué también como parte de los míos. Me despido de tus penas que compartí y de tus alegrías que disfruté. Me despido del fútbol y de tu equipo, aunque sé que lo volveré a retomar pero será por mí, únicamente por mí. Me despido de tu piel, de tu cuerpo, de tus huesos, de tus nervios, de tu cuello, de tus lóbulos, de tu boca, de tu miembro; ahora albergan otro cuerpo, otra piel, otro olor, otros huesos, otros nervios. Me despido de tus brazos enrollados en mi cuerpo, albergando mis miedos y sosteniendo mi alma; ahora albergan otros miedos y sostienen otra alma. Me despido de mis idas y venidas, no volverá a pasar con alguien más, aunque, en realidad, me hubiera encantado que ese alguien, siguieras siendo tú.Me despido de la boda que planeamos varias veces. Me despido de ti sin esperar que la vida nos vuelva a encontrar.
Y saludo un presente mío, solo mío. Acepto mi tristeza y el dolor que siento y la sensación física de un corazón partido. Acepto todo esto porque sé que se puede reparar, que las cosas pasan. Acepto el tiempo, rápido o lento, lo acepto igual. Acepto mi proceso, en momentos livianos y mucho más en los duros y complejos. Acepto mis errores porque confío en poder ser mejor. Acepto tener sueños y luchar por ellos de la manera más sincera, sin miedo a caer porque una vez que caes y te levantas, entiendes que es posible lograr levantarse. Acepto intentar ser una mejor persona para mí y para quien vaya a conocer. Acepto mis deseos de formar una familia llena de amor y de salud. Acepto mis deseos de querer tener hijxs y acepto la idea de no esperar a tener una pareja para poder tenerlos. Acepto lo que la vida me ponga en el camino. Acepto vivir mis días de la manera más sincera, sin negar lo que siento. Acepto tomar una posición activa para mi vida. Acepto empezar a actuar y ya no dejar que la vida pase siendo solo una espectadora. Me acepto a mí misma, en las buenas y en las malas.

Ya es hora de decir adiós de la manera más sincera.
Adiós.

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