miércoles, 10 de noviembre de 2021

Instantes

 ¿Cómo sé cuando algo se hace eterno en la memoria?

Veo una foto en la que estoy rodeada de mujeres; mi hermana, mis primas, mi abuela y mi madre. 

Todas alrededor de la pizza que hicimos ese día, sonriendo. Sintiendo y siendo felicidad que quedó impregnada en todas. Que aún se siente cuando nos veo en esa foto y se hace presente cuando hablamos de ese día.
Una abuela que fue y es pilar más allá de su permanencia física; de quien me sujeto del brazo, como lo hice tantas veces.
Abuelar desde la complicidad y hacer eternos esos instantes.
Maternar desde la alegría, ¿cuántas veces fui tan feliz como ese día?
Veo mis ojos de siete años y siento que acojo la alegría con precaución, como "muy feliz pero no tan feliz que se acaba". Pequeña yo, no se acaba, y con el tiempo intentarás aprender que se puede ser alegría infinita por un instante. Esa energía se impregna tanto que es posible retornar a los recuerdos que permanecen a través del tiempo, y algunas veces, las imágenes de esos momentos ayudan a la memoria.
Me veo y nos veo, recuerdo ese día con la memoria corporal, con sonrisa, y vuelve esa sensación que a veces se hace más escasa cuando crecemos; sentir que todo está bien.
Aunque todo signifique solo ese instante.
Entonces, entiendo que algo se hace eterno cuando se recuerda.