martes, 27 de noviembre de 2012

Es como si nunca hubiera un final. Es como si el túnel estuviera anexado a otro y a otro, y,a otro...
Es como ver el tiempo dentro de un reloj de arena, como si cada grano contara, como si cada segundo importara. Es como si viviéramos muy cerca, tan cerca que podría llegar a tu casa con un sol, y volver con otro. Es como si hubiera pasado más de un siglo, en días. Pero un siglo al fin y al cabo. Es como si fuéramos distantes y solo te pudiera atrapar en sueños. Es como si estuviera describiendo lo que ahora hago. Es, quizás, como si estuviera sensible y simplemente te estuviera evocando, una vez más. Es como si te extrañara, como si extrañara hablar contigo. Es como si quisiera saber de ti, incluso de tus problemas. Es como si te imaginara. Cuando te imagino solo, cuando te imagino con alguien más, o, cuando te imagino con ella, la que no me cae, la que hace que sienta repulsión por algún ser humano en la Tierra. Ella, o esa, como yo la llamo. No sería tan cruda al expresarme de esa ella, si no fuera porque estuvo desde siempre ...ahí, escondida, al acecho. Nunca me di cuenta, nunca le di importancia. En fin, en algún momento tenía que escribir sobre esa ella. No es bonito sentir algo tan feo por alguien. No lo es.

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