jueves, 13 de abril de 2017

Yo te llevo dentro, hasta la raíz. Y por más que crezca, tú siempre vas a estar aquí.
Prefiero comprender que siempre estarás en mí, porque si me enojo, solo me enojo conmigo. Tú estás dentro, quizás en ese lugar en mi corazón en el que habitan todos mis muertos, todas mis muertas. Quizás también estás ahí.
Aún te extraño. Aún quisiera abrazarte. Qué difícil es vivir con tantos abrazos pendientes.
¿Has cambiado tanto que ya no me tienes dentro?
¿Has cambiado tanto que ya no me extrañas, ni mi risa, ni mis abrazos?
Seguramente sí.
Yo estoy cambiando pero también comprendo en el camino que tú ya te quedaste por siempre en un rinconcito de mi alma y eso, está bien. Voy a guardar ese pedacito tuyo que se quedó conmigo como el último vestigio de lo que alguna vez fuiste. Lo que queda de alguien que conocí. Lo que queda de ti, cuando aún estabas aqui.

No hay comentarios:

Publicar un comentario