sábado, 25 de marzo de 2017

Mereces a alguien que te ame con cada milímetro de su ser. Alguien que te ame incluso cuando sienta que todo está terminando, y quizás todo termine, pero ese amor se transformará. Necesitas elegir vivir al lado de alguien que te haga tanto bien que todos los miedos, se hagan chiquitos. Con quien puedas pasar un día entero y con quien disfrutes ver el sunset en el malecón y asombrarse por todos los increíbles colores del cielo. Alguien a quien le puedas decir que es tu luna, o tu sol. Yo era tu luna. Quizás ahora ella es tu sol. Ambas alumbran, de diferentes formas, en diferentes tiempos y momentos. 
Yo te amé, no sé si siempre te amé con cada milímetro de mi ser, pero sé que te amé. Sé que me amaste, quizás con cada milímetro de tu ser o quizás no, pero me amaste y el amor siempre llena y alimenta. Es preciso que te encuentres junto a alguien que sea capaz de hacerte estremecer con solo soplar en tu oreja y que recorra cada pedazo de tu piel, descubriéndote, descubriéndose dentro de tanto placer. Que te motive a explorar. 
Alguien que quiera recorrer el mundo con tantas ganas que solo te permitas pedirle ser su compañerx de ruta, "¿quieres dar la vuelta al mundo? Pues bien, hay que darla".
Permítete admirar sus pasiones y compartir las tuyas y tener algunas que sean compartidas, alguien con quien poder intercambiar libros, películas, canciones, alguien con quien ir al teatro; porque el teatro, siempre cura, siempre conecta y, por un momento, te permita estar en un mundo, sin estarlo en la realidad. Es magia pura.
No te conformes con amores mediocres y mucho menos, regreses a los amores que te hicieron tanto daño, tanto, que terminaste asustadx, temerosx de volver a amar. Confía en que el amor es bueno, hermoso y sano. Perdónate por todos esos momentos en los que pensaste que el amor era doloroso y lleno de peleas, no lo es. Jamás es. Y perdón si fui yo quien te enseñó esa mentira, porque yo también me estoy perdonando y, en el camino, también te estoy perdonando. Nos amamos, y al inicio, fue el amor más puro que quizás hemos sentido y sentiremos en lo que nos queda de vida. El caos y todo lo que causó dolor, enseña lo que quieres y lo que no, en una próxima relación.
Nunca olvides que yo te amé. 
Yo ya comprendí que tú me amaste. 
Ya no hay odio, ya no hay dolor. 
Quisiera abraszarte, decirte lo feliz que estoy por ti. 
Aún recuerdo el día que ingresaste a la carrera, estabas en mi casa, nos abrazamos, reímos y nos abrazamos. Y me sentí tan feliz por ti. Siempre voy a estar feliz por tus logros, por ti. 
Hablamos tantas veces de tu tesis y de tu graduación y de tu fiesta. Siento nostalgia, nostalgia por no haber estado a tu lado. No es rencor, no es enojo, es nostalgia y es una nostalgia que termina en sonrisa. Yo sé que, de alguna forma, un pedazo de mí, ha quedado impregnado en ti, hasta lo más profundo; así como yo aún siento un pedazo de ti, que ya no duele, al contrario, acompaña. 
Disfruta mucho de todo lo que viene, yo sé que estarás bien. 
Te amo, aún te amo. El amor muta, siempre muta. 
Te he llamado, te extraño. Quisiera decirte que estoy feliz por ti, escucharte un rato. 
Sé que quizás aún no es el momento. Respiro. Respiro. Respiro. Acepto los tiempos, no los fuerzo. Respiro, río, miro al cielo, veo la luna, ¿aún me ves cuando ves la luna? 
Vuelvo a respirar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario