domingo, 15 de noviembre de 2015

Lección #96: Carta a la nueva novia de mi ex

(Gracias, SC, siempre tan precisa desde tiempos inmemoriables)
Porque a veces alguien más escribe por ti parte de lo que quieres expresar y solo necesitas leerlo una vez para creer que lo escribió pensando en ti).

Tú y yo no nos caemos bien, dejemos eso en claro. No importa que tan simpática seas tú o que tan superada sea yo, hay una enemistad casi inevitable cuando se trata de dos mujeres que han estado calatas con el mismo hombre sin querer hacerlo (aprovecho de advertirte que él te pedirá una versión de eso por su cumpleaños).
Sabía que llegarías tarde o temprano, por supuesto, pero imaginé que 1) serías deforme 2) llegarías después de que Bradley Cooper viniera a Latinoamérica en búsqueda de esposa y se topara conmigo.
Pero las cosas no se dieron así. Tú y tu perfectamente normal apariencia llegaron para quedarse en medio de que yo abría la refrigeradora para sacar la pizza del día anterior y servírmela como desayuno mientras revisaba si había hecho match con el gringo de los abdominales en Tinder. más de lo que era capaz de recordar la noche anterior.
¿Cómo así? Bueno, Facebook me lo dijo, porque aparentemente no fue suficiente con borrar dejar de seguir a mi ex, debí eliminar a todos nuestros amigos en común, gente conocida, familiares lejanos y quedarme solo con mi mamá y esos dos amigos de la chamba que agregué para que me dejaran de mirar feo en la cafetería.
Quiero que sepas que he dicho cosas sobre ti que no son del todo justas. Por ejemplo, a partir de la foto en que estabas saltando en la playa, deduje que tenías juanetes en los pies que no te dejaban caminar tranquila por la arena. Puede que también haya especulado sobre cuántas neuronas te quemó el decolorante de las mechas californianas y el vestido rosa barbie que te pusiste para ese matrimonio, me sirvió para una semana de chistes con mi mejor amiga de los que no estoy orgullosa.
Mentí, estoy un poco orgullosa de algunos porque estaban cague de risa, pero en general confieso que no he sido THE BIGGER PERSON sobre todo porque soy más flaca que tú y eso no estuvo bien.
Tal vez pensarás que te escribo para hacerte un par de advertencias sobre él, y no me costaría nada porque ese que tienes al costado, es una joyita. Pero es justo que tú sola descubras y disfrutes de todo lo bueno, y con suerte, te demores menos que yo en descubrir lo malo.
Que es bastante.
No en serio, es un huevo, tipo puedo enumerar unas 58 cosas así sin pensarlo demasiado.
Pero la verdad es que probablemente él sea mejor contigo porque los hombres son la peor inversión que hay: te demoras años tratando de sacar lo mejor de ellos y cuando por fin crecen, es otra la que cobra los intereses.
Quiero que sepas también que una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer fue guardar la compostura al verlos por primera vez juntos. Pensé estar preparada, pensé estar más entera pero a veces uno no sabe que tan expuesta está una herida, hasta que algo la roza. Recuerdo el vértigo, la estática, la punzada adentro. El intentar desviar la mirada pero fallar terriblemente en hacerlo y volver a la imagen de los dos una y otra vez. Querer verlos menos felices, menos cariñosos. Querer no estar sola en el dolor y verlo alborotado por tenerme cerca, sintiéndose también un poco perdido, un poco solo. Comprobar que en realidad, él estaba bien. 
Pasaron varias noches de orgullo herido, lágrimas y frustración hasta lograr sentirme en paz de nuevo. Tuve que obligarme a olvidar y más importante aún a perdonar, a dejar ir. Una vez que por fin logré hacerlo, volví a ser yo.   
Eso me lleva a la verdadera razón por la que te escribo y es porque quiero agradecerte. Tú te convertiste en la pared que necesitaba hubiera entre él y yo. Tú viniste a ponerle el punto final a los reencuentros, a los mensajes en la madrugada, al constante cuestionamiento de si la decisión de no estar juntos era la correcta.
Y sí que lo era.
Tú, el personaje que me volvió loca, al que le deseé laxantes en la comida y chicle en el pelo, fuiste lo mejor que me pudo haber pasado porque impediste que le siguiera dando oportunidades a algo que solo estaba destinado a terminar cada vez peor y me obligaste a seguir con mi vida… y mi vida ahora es mucho mejor por eso.
Y si algún día él resulta siendo un error para ti como lo fue para mí, pues déjame decirte te lo dije, eso te pasa por pendeja que él es más fácil de olvidar de lo que parece.
Con falso cariño,
La Ex.
Pdta: Ese “problemita” no solo le pasa cuando está borracho.
 (Cuando vivas otras experiencias, te darás cuenta que realmente no conocías lo que es un orgasmo).

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