jueves, 9 de octubre de 2014

El problema empieza cuando tu madre te dice que tienes que estar siempre linda porque sino, los chicos no se fijarán en ti.
El problema está cuando te enseñan a no masturbarte, a no explorarte a espantarte de ti misma cuando empiezas a sentir deseo.
El problema está en decirle perra a la chica que puede tener sexo por diversión, a la que puede besar a más de un hombre en una sola noche, a la que ya conoce más de un pene.
El problema está en crecer aprendiendo a ser machista y luego usar una máscara de feminista.
El problema está en repetir todo esto con las generaciones que vienen,
El problema está en ver la libertad que le dan a tu hermano y lo castrada que te tienen a ti y aceptar la situación sin luchar, sin exigir.
El problema está en aceptar que te paguen menos que a un hombre por realizar el mismo trabajo.
El problema está en aceptar todas las etiquetas y los estereotipos que supuestamente explican lo que es ser mujer y aceptarlos sin cuestionarlos, Sin informarte.
El problema empieza en la misma mujer, ese es el origen.
El problema está en pedir equidad y sin sentir genuinamente que es lo justo y necesario.
Repite tu discurso todos los días, las veces necesarias para que te lo creas y así, lo crean.
Gracias a la vida por una mamá que nunca me dijo lo primero, me hubiera lavado el cerebro.

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