miércoles, 26 de octubre de 2011

Un intento del convencimiento

No sé por qué pero suelo emocionarme rápido, es bonito, sí, pero también es más difícil ser realista cuando debes serlo. Ya entendí que el amor de película que tanto deseo no llegará cuando ya haya imaginado todo y trate de forzar mi realidad. No es el mejor momento para una relación, es más, acabo de terminar mi primera y - hasta ahora- única relación. No es por mirar atrás pero lo extraño, sí, qué ironía, cuando una ve que sus amigos están solos siente cierta seguridad de que estará en una sociedad que la comprenderá mejor, cuando pasa que termina con el novio, de pronto los demás ya fueron flechados por cúpido. No, no es malo, solo es irónico. Sin embargo, quién soy yo para escatimar las emociones ajenas, nadie, absolutamente nadie. Lo creía antes y lo creo hoy, el AMOR es uno de los sentimientos más preciosos de la vida entera, mis asuntos emocionales no son motivo para denigrar su valor. Por ahora, no hay nada mejor que enamorarme de mí misma. Pero...por qué lo repito tanto, o es que algo me falta o es que estoy muy emocionada, por mi bien, espero que sea la segunda opción, solo la segunda.

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