¿Y ahora?

Si Zavalita viviera, si al menos existiera (estoy segura de que sí existe), estaría buscando ahora más que nuca la respuesta a su honorable & magistral pregunta: ¿en qué momento se jodió el Perú? , yo no spe a qué hora se jodió no viví en los 60 & lamentablemente tampoco los 80´s. La política es un sentimiento que cada uno despierta o apaga, el mío está despertando cada vez más. Las elecciones presidenciales de este año se han presentado como un apocalipsis, como la última intención, el mal menor ya no existen, ¿cómo decidir entre dos males? , cómo entender que a veces quien tú crees que te joderá, te va a salvar. Estamos en un gran dilema, yo no voto pero soy peruana, vivimos re elecciones suspendidas por un periodo, otra vez nos volveremos naranjitas & los chinos se pondrán de moda, la otra opción es ser rojos, entender su ideología y decidir si la compartimos o no. Las elecciones son extenuantes, pobres miembros de mesa, porque al llegar a la urna te preguntas si tu opción es la mejor, ¡no! , te preguntas si tu opción hará la diferencia, si tu voto será ese bendito, a veces maldito, voto que decidirá una segunda vuelta, que logrará el cambio. Sí, cada peruano va a votar con esa esperanza, creyendo que es ese granito de arena que hará el gran cambio, que movilizará una nación en el anonimato. Seamos inteligentes, no culpemos a quienes ya ganaron su segunda vuelta, no critiquemos a esa minoría que tomamos como el voto oculto o perdido, ellos no marcan o no entienden su misma elección porque nadie se interesa en instruirlos, en enseñarles qué es la DEMOCRACIA & cómo se ejerce.

Ya van a ser las ocho p.m. , en unos minutos dos personas empezaran a competir para ser el ganador o la ganadora, solo nos debe quedar la esperanza de que ellos no compitan por su orgullo, esperemos que ellos compitan por un Perú mejor, por cada uno de nosotros que hemos tenido la dicha de nacer en un país tan rico como este, pero aún mal explorado & explotado.