sábado, 9 de febrero de 2013

El clima era frío pero, a veces, ella sentía que se quemaba, se quemaba por dentro. Los días eran rutinarios, menos dos a la semana. El tiempo pasaba, el tiempo se hacía corto y ella aún tenía que hacer muchas cosas; siempre, con ella, era así. Mucho que hacer, sabía que no haría todo, que se quedaría con las ganas de volver aunque odiara su trabajo. Lo odiaba, en serio. Sin embargo, si no hubiera sido por su trabajo, no hubiera conocido personas hermosas, otras horribles y , otras, desastrosamente malas. Era así, de todo se aprende y siempre hay espacio para aprender, siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario