miércoles, 2 de enero de 2013

NEW YEAR

Era 31 de Diciembre de un año que ya pasò, era el ùltimo dìa de los 365 que viviò. Ella iba de cuarto en cuarto, corrìa, bajaba, subìa, sudaba. Era treinta y uno y todo lo que pasò, ya habìa pasado. Era treinta y uno y los flash back eran infinitos. Recordò cuando lloraba, cuando reìa, cuando lo viò, cuando se alejò, cuando lo perdiò. Recordò cuando casi jala todos sus cursos y no jalo ninguno y recordò cuando subiò las notas y sus promedios no bajaron del veinte menos 4. Recordò que estaba lejos, de èl, de sus amigos, de su familia. Recordò el treinta y uno pasado, ella estaba ebria y feliz, nunca cien por ciento feliz, pero era feliz, tuvo minutos de felicidad, ¿serìa asì hoy, tambièn? No lo sabìa, aquì ella habìa adoptado la buena o mala costumbre de no planear, no planeaba nada, absolutamente nada. 
Acabò el trabajo, iba al paradero, se congelaba pero era un frìo que gustaba, le gustaba. El mismo recorrido que iba a hacer unas cien veces màs antes de volver a casa, aunque, por ahora, ella se dirigìa a su nueva y temporal casa. 
Ya no piensa mucho en èl  pero lo sueña en fechas...especiales. ¿Lo extraña? o... ¿la extraña?
Sueña que vuelven, que ella se va, que vuelva, que èl la busca, la encuentra...vuelven. Pase lo que pase, vuelven. La besa, lo besa, se besan y mandan al infierno todo lo pasado, se fusionan, hay llamas, hay ...¿amor? No, no puede haber amor. Ya quiere enamorarse, ella ya quiere. 
Es un nuevo año y la ùnica càbala que mantuvo a la distancia fue la del calzòn amarillo. Tomò, celebrò y al dìa siguiente, trabajò. 

Feliz Año, en dònde estès. Y, si me estàs pensando, no lo hagas màs, por favor. Soñar contigo es bonito pero me desgasta, y, ahora, trabajo.  

...y, si no....dèjame creer que sì me piensas, que por mentirme asì, de vez en cuando, no me voy a morir, ya soportè cosas peores. 

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