miércoles, 6 de julio de 2016

Si soy sincera...

Tengo miedo de morir y no haber saldado cuentas
Miedo de no estar más aquí
Miedo de no haber ido por ese café
Miedo de haber dejado que el orgullo sea siempre más que nosotros juntos
Aunque ya no haya un nosotros como antes, sé que comprendes

Tengo miedo de morir y no habernos perdonado
Miedo de dejar este cuerpo y esta vida sin haberte perdonado
Miedo de que te vayas sin haber conversado
Miedo por no haber hablado a tiempo, mirándonos a los ojos
Solo así es que se perdona de verdad

Tengo miedo de habernos matado en vida
Miedo por tantas vueltas de lo que se dijo y lo que no
Miedo por irme sin entender que, en realidad, siempre me vas a querer
Miedo de irme sin decirte que también te quiero, por lo que fuiste y lo que eres
Aunque también tengo miedo de irme sin decirte lo mucho que me dolió todo
Miedo de irme sintiéndote cobarde

Tengo miedo de morir sintiendo que aún no estoy lista
Miedo de nunca dejar de sentir que aún no es momento de hablar
Miedo por la incongruencia de tus intentos de comunicación
Miedo por haber dejado de intentar

Tengo miedo de no entender que algún día, alguno de los dos, ya no estará
Miedo de que ese día llegue y queden cuentas pendientes
Miedo de no podeR irme en paz
Miedo de no poder soltar

Si debo ser sincera, últimamente he pensado mucho en ti y en la muerte. Es obvio el porqué.
Si debo ser sincera, siento mucho miedo de irme sin un último abrazo que (nos) repare todo lo que quebramos cuando nos despedimos.
Si debo ser sincera, ya entendí que no habrá un nosotros otra vez.
Si debo ser sincera, tengo miedo de morir sin haber vencido todo este miedo.
Y, también, que no lo hayamos vencido juntos.
Como si fuera lo último que nos queda por hacer para poder, real y sinceramente, continuar.

Si dices que darías la vida por mí, ¿podrías ayudar a dar el primer paso para vencer todo esto, por favor?