viernes, 31 de mayo de 2013

Hace dos meses y medio usaba un traje negro cinco días a la semana y tendía camas en las que nunca dormí. Hace dos meses y medio tomaba un bus de ida y otro de vuelta. Hace dos meses y medio el grado máximo de calor lo sentía cuando me abrazaban o cuando tomaba café o...cuando salía a bailar. Hace dos meses y medio las preocupaciones eran pocas y casi siempre tenían soluciones rápidas. Hace dos meses y medio terminó una aventura que siempre voy a recordar y espero, alguna vez, volver a vivir. Hace dos meses y medio estaba segura de volver en Diciembre, ahora, no lo sé.

Han pasado dos meses y medio, en lo que va del año he vivido más tiempo fuera del país que en él. En lo que va del año he subido y bajado de aviones, de buses, de carros, de taxis, de bicicletas y de nubes. En lo que va del año he dormido mucho y he dormido poco. En lo que va del año he sido muy feliz y, también, me he sentido completamente desconsolada. En lo que va del año he sentido mucho y, por momentos, me ha dado miedo.

No recuerdo otro año en el que he haya besado tantas veces y a tantas personas. No recuerdo haberme ilusionado como lo hice ahora...y, aunque fue tan solo un momento, fue bonito. Ya no estás, no volverás, no volveremos. No volveremos porque si eso pasa, la magia se perderá. Te voy a recordar, sé que también lo harás y espero que, si algún día nos volvemos a ver, podamos hablar de todo y sin pudor.

Jamás había tenido una cita semanal con alguien que trata de ayudarme y trata bien. Jamás había hablado tanto sobre mí como lo hago ahora y nunca he pensado tanto y tan seguido en quién soy o qué quiero hacer...como lo he hecho en este último mes. Jamás había cambiado tanto de planes de un día para otro y nunca antes he buscado tanto refugio como ahora. Nunca me había sentido tan sola y con tanta necesidad de compañía como ahora. Ya no existe una cueva en la que pueda esconderme, ya no estoy en la prehistoria; ahora, esa cueva, es toda la gente en la que confío y que me sostiene.

No recuerdo cuándo fue la última vez que tuve un día entero sin pensar en qué estudiar, qué hacer y qué haré. Sin embargo, recuerdo que hoy fue otro día de los varios en los que despierto ansiosa y temerosa. Recuerdo cuando dejé de dormir sola y me gustó saber que despertaría con alguien al costado, ahora, suelo dormir con mi hermana. A veces, sola.

He pensado en huir infinitas veces, soy así, cobarde e insegura. No obstante, cada vez que pienso en huir me doy cuenta de que esta vez no podré; las dudas y los miedos que pueda tener aquí, se irán conmigo aunque me mude al otro lado del continente. No es un equipaje que elijo dejar o llevar, soy yo.

Mi mayor deseo es despertar con las ideas claras y con decisiones casi cien por ciento seguras. Lo que deseo es cumplir menos años. Lo que deseo, es ser feliz.

sábado, 11 de mayo de 2013

"Sé que algo dentro de ti te dice qué quieres hacer pero los miedos te están nublando"

Ha llegado la hora de decidir qué nombre va a llevar mi tarjeta de identificación para la sociedad, esa que intercambias con todos para que te llamen, sepan qué eres, qué has estudiado y para qué trabajos te podrían buscar. "Piripiti, periodista" "Piripiri, psicóloga"...
He buscado información, he visto que en ambas podría ser buena o mala y no sé qué hacer. Ya voy más de cuatro años en el dilema y ya es hora de empezar con algo, quiero entender que tomar una decisión no implica abandonar otros sueños, sino, posponerlos...pero el miedo a fallar es tan grande que me nubla las ideas y las ganas, siquiera, de empezar.